El hombre no provee sólo lo material, también debe proveer a su familia con:
• Una visión. • Protección. • Un liderazgo. • Amor y cariño. • Respeto y admiración. • Presencia y tiempo de calidad. • Fortaleza física, mental y espiritual.
Proveer viene del latín providere, que se traduce algo así como "ver con anticipación, preparar". No somos una cartera, ni un cajero automático, ni una mera fuente de recursos. Somos hombres, padres y esposos. Responsables de ver con anticipación por la vida de los nuestros, de los que amamos. Y procurar anticiparnos hacia cada una se las áreas de sus vidas.
Reducirnos a lo material sería lo equivalente a amputarnos una mano o una pierna. Por eso tantos hombres se sienten hoy "incompletos".
Eso sí, es el hombre quien tiene la capacidad de ver a lo lejor, establecer una visión e ir tras ella. Pero es en equipo con la mujer que se llega a esa visión.