Cuando un hombre habla, expresa lo que está pensando.
Cuando una mujer habla, expresa lo que está sintiendo.
El arte es romántico e inspirador. La ciencia es precisa y con gran uso de razón.
La ciencia pierde su sentido cuando no encuentra inspiración.
El arte lleva a la locura cuando no se lleva dirección.
El hombre piensa, habla, y calla lo que siente.
La mujer siente, habla, y calla lo que piensa.
Por eso el hombre debe aprender a caminar entre el corazón de una mujer, y la mujer a moverse entre la mente de un hombre.
Entonces, cuando los caminos se cruzan, la razón se llena de inspiración y el romance de precisión.
Entonces el arte se vuelve ciencia, y la ciencia se vuelve todo un arte.
Cuando éstas se combinan, nace algo que dura para siempre.
Piensa en alguien como Da Vinci ¿era sólo artista? ¿o hacía sólo ciencia?
Piensa en Notre-Dame ¿hay en ella arte en solitario? ¿o es sólo precisión y arquitectura?
Cuando éstas se unen, nace la belleza.
Cuando éstas se unen, nace la vida.